Un día me levanté y me encontré a mi mamá con cara de preocupación.
Estaba en el patio de nuestra casa en medio de una llovizna de cenizas q había dejado grises el cielo y el suelo. Recogimos un kilo de cenizas de nuestro patio.
Ella había despertado a las 5 A.M y creyó que había estallado la tercera guerra mundial y q había explotado la bomba atómica. Así q encendió el radio y se encontró con que Armero había desaparecido y q había miles de personas bajo el barro y las cenizas del volcan.
Fueron mas de 30 mil personas, estaban muy lejos y mi mente infantil no alcanzó a captar la magnitud de lo q sucedía.
Veíamos los noticieros, nos mostraban a Omaira Sanchez, de 13 años hundida en el barro hasta mas arriba del cuello, con los ojitos hinchados, muriendo lentamente y enviando un mensaje a su mamá. Todos decían q no se podía hacer nada, q tenía un muro sobre sus piernas y el cadaver de su papá y su abuelita enredados en el cuerpo. Entonces en el país todos nos sentamos a verla agonizar durante 3 días. Nos sentamos a mirar el espectaculo q los noticieros hacían de ella y de todas las personas rescatadas del lodo, vivas o muertas.
A mi no se me ocurrió hacer nada.
No puedo creer q no se pudiera hacer nada, me cuesta mucho aceptarlo. Es demasiado impactante para mi ver a esa niña en una pantalla con la gente ahí mismo y nadie siquiera intentaba sacar el agua q la cubría. Donde estaba la maquinaria, donde las manos de esos q estaban bien a su alrededor, filmandola y entrevistandola q no podían ponerse a excavar?
Y Entiendo muchas cosas, entre esas q eso sucedió hace tiempo y q mi información es incompleta, q tal vez no se podía llevar maquinaria hasta el lugar porq el desastre no dejó vías buenas, q tal vez había motivos por los cuales no excavar o no sacar el agua de ahí, pero desconozco todas esas circunstancias y por eso no puedo con eso, me gana la impotencia.
Yo tenía ocho años pero ni siquiera me escandalicé, yo podría haber viajado y estar allí para pedir q alguien mas cavara conmigo.
La semana pasada, en la conmemoración de los veinte años de la tragedia, los noticieros volvieron a exhibir sus imágenes. yo estaba en un almacen de cadena y lloraba de impotencia y de culpa porque no hice nada para ayudarl@s. Lloraba de dolor porque ninguno de los q pudo hacer, hizo nada, porq la burocracia se robó las ayudas económicas y dejó pudrir en bodegas los alimentos q iban para ell@s. Porq vi cómo los organismos de socorro trabajaban con las uñas. Porq me da tristeza estar rodeada de tanta tecnología q sirve para cosas estúpidas mientras la gente sigue viviendo en cambuches, los desastres siguen ocurriendo y la ayuda se sigue perdiendo.
Ell@s, l@s de la erupción del volcán, l@s otr@s, del terremoto de armenia, l@s damnificados por el invierno en girón, por el tsunami, por los huracanes; tod@s mal, much@s herid@s, much@s muert@s, tant@s otr@s desprotegid@s y yo no he hecho nada. Sigo aquí sentada en mi silla, lamentandome de no haber actuado. Será q tiene q llegar a mi casa la desgracia para q yo me mueva?.
Estaba en el patio de nuestra casa en medio de una llovizna de cenizas q había dejado grises el cielo y el suelo. Recogimos un kilo de cenizas de nuestro patio.
Ella había despertado a las 5 A.M y creyó que había estallado la tercera guerra mundial y q había explotado la bomba atómica. Así q encendió el radio y se encontró con que Armero había desaparecido y q había miles de personas bajo el barro y las cenizas del volcan.
Fueron mas de 30 mil personas, estaban muy lejos y mi mente infantil no alcanzó a captar la magnitud de lo q sucedía.
Veíamos los noticieros, nos mostraban a Omaira Sanchez, de 13 años hundida en el barro hasta mas arriba del cuello, con los ojitos hinchados, muriendo lentamente y enviando un mensaje a su mamá. Todos decían q no se podía hacer nada, q tenía un muro sobre sus piernas y el cadaver de su papá y su abuelita enredados en el cuerpo. Entonces en el país todos nos sentamos a verla agonizar durante 3 días. Nos sentamos a mirar el espectaculo q los noticieros hacían de ella y de todas las personas rescatadas del lodo, vivas o muertas.
A mi no se me ocurrió hacer nada.
No puedo creer q no se pudiera hacer nada, me cuesta mucho aceptarlo. Es demasiado impactante para mi ver a esa niña en una pantalla con la gente ahí mismo y nadie siquiera intentaba sacar el agua q la cubría. Donde estaba la maquinaria, donde las manos de esos q estaban bien a su alrededor, filmandola y entrevistandola q no podían ponerse a excavar?
Y Entiendo muchas cosas, entre esas q eso sucedió hace tiempo y q mi información es incompleta, q tal vez no se podía llevar maquinaria hasta el lugar porq el desastre no dejó vías buenas, q tal vez había motivos por los cuales no excavar o no sacar el agua de ahí, pero desconozco todas esas circunstancias y por eso no puedo con eso, me gana la impotencia.
Yo tenía ocho años pero ni siquiera me escandalicé, yo podría haber viajado y estar allí para pedir q alguien mas cavara conmigo.
La semana pasada, en la conmemoración de los veinte años de la tragedia, los noticieros volvieron a exhibir sus imágenes. yo estaba en un almacen de cadena y lloraba de impotencia y de culpa porque no hice nada para ayudarl@s. Lloraba de dolor porque ninguno de los q pudo hacer, hizo nada, porq la burocracia se robó las ayudas económicas y dejó pudrir en bodegas los alimentos q iban para ell@s. Porq vi cómo los organismos de socorro trabajaban con las uñas. Porq me da tristeza estar rodeada de tanta tecnología q sirve para cosas estúpidas mientras la gente sigue viviendo en cambuches, los desastres siguen ocurriendo y la ayuda se sigue perdiendo.
Ell@s, l@s de la erupción del volcán, l@s otr@s, del terremoto de armenia, l@s damnificados por el invierno en girón, por el tsunami, por los huracanes; tod@s mal, much@s herid@s, much@s muert@s, tant@s otr@s desprotegid@s y yo no he hecho nada. Sigo aquí sentada en mi silla, lamentandome de no haber actuado. Será q tiene q llegar a mi casa la desgracia para q yo me mueva?.
2 comentarios:
¡Hola! soy de Bucaramanga vivo en Girón y me sorprendió mucho lo que leí
Yo también pensé lo mismo en los días que revivieron esa noticia, escuche que el periodista que estaba presente dejo el lugar porque ya sabia el final, llore igual que tu de rabia, de impotencia, todavía no lo puedo aceptar.
Sabes? La inundación en Girón fue horrible aunque mi familia no se vio afectada si vi a la gente salir corriendo de sus casas, ya paso un año y las promesas se quedaron en eso, todavía viven en cambuches en las peores condiciones.
CAROLINA
Esta noche estoy en las mismas, revoloteando de un lado para el otro sin poder asentarme, y aunque debería estar sintiendo mucho pero mucho bochorno en mi cuerpo, pasa lo contrario. Tengo frio…
También recuerdo con impotencia lo de Armero. Estaba muy chiqui cuando pasó. Guardo, igual que tú, la imagen de mi mamá frente a la TV pasmada y con lágrimas en sus ojos. Recuerdo que le pregunte qué pasaba y comenzó a hablarme de la tragedia. Volcán, volcán…que será un volcán? Fue la pregunta que se hizo mi pensamiento cuando camine por todo el corredor de la Casa. Luego vienen las imágenes del desastre, las historias de las familias perdidas, los noticias de ayuda…y sobre todo el desenlace fatal que tuvo la historia de Omaira, ¡Aterrador!!! Hizo llorar a Colombia y creo que todavía nos hace llorar y sentir impotentes frente a tales desastres… Cuando Salí al parque, observe con calma las montañas que recubren y protegen a mi Hermoso Medellín e imaginaba que también iban a explotar. –Imaginación de una chiqui de 5 años- Pero luego comprendí que este fenómeno de erosión de materiales terrestres hacen parte del ciclo de la vida de la tierra. ¡Impresionante!
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