Al momento de enamorarme
tengo una pequeña jerarquía
una condición irreductible
a mí el amor me entra por las neuronas
sedúceme la libertad
y mis alas revolotearan
sedúceme los latidos
y mi corazón puede suspirar
sedúceme los labios
y tal vez puedas arrancarles algunos gemidos
sedúceme así
y de lo demás no te apresures
háblame bonito
de poesía
de las estrellas
de cosas estúpidamente salvajes
de tus amores platónicos
cometer actos ridículamente inolvidables
entra por las puertas de mi cerebro
y se lubricaran las grietas de mi piel
fácil
breve
espontaneo
ábreme los ojos a un mundo diferente
ábreme la curiosidad de ti
ábreme la sensibilidad a ideas rebeldes
cosas dementes
mundos bizarros
y lo demás se abrirá de par en par
incéndiame los oídos
incéndiame los sueños
incéndiame los insomnios
y el resto arderá en fuego totalmente
tengo esos atajos a mi intimidad
así de complicado
si no estás dispuesta a desafiar mis atajos
a probar un amor caótico
como un cuchillo entre los dientes
un arma cargada en la mente
entre corazones a fuegos cruzados
si no puedes ponerme nervioso
si no intentas perderle el miedo a las alturas
perder la locura
embriagarte de literatura
no intentes seducirme.
Héctor Berumen.
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