jueves, diciembre 25, 2008

Extrañas fiestas.

Las festividades de fin de año siempre significaron para mi cosas varias como familia, amigos, compras, fiesta, comida por montones, y vacaciones.
Hoy lo que menos extraño de lo anterior son las vacaciones y serán unas fiestas particulares porque todo es nuevo para mí este año: una ciudad y una casa que aunque son las mismas que dejé hace muchos años, han cambiado tanto que parecen otras, una familia que permanece cercana a pesar de los kilómetros, un@s amig@s con quienes me comunico poco aunque eso no genere ningún distanciamiento, una navidad que me encontró trabajando y contra mi costumbre, con cero espíritu navideño. Pero sobre todo, se siente raro por una soltería recién estrenada que de vez en cuando me trae sorpresas que no tendrían por que serlo. Esa misma soltería que nació con la distancia física y se alimentó de distancias mas difíciles de superar, que fueron capaces de abrir huecos que traté de no ver escondiendo la cabeza, pero que estaban ahí para quitarme las ganas de nadar contra la corriente y de paso ayudarme por un lado a volver al closet y por otro, a agrietar las certezas que tenía sobre mi misma.
Después de tanto tiempo y tanto amor, después de todo lo vivido, lo soñado, lo reido y lo llorado, después de todos sus besos y abrazos, después de todas las noches con ella y sin ella; contra todo pronóstico, estoy en pie y en calma, aunque tengo absolutamente claro que ella pasó la página, que soy parte de su pasado y que no tengo ningún derecho a opinar sobre las elecciones que haga. Entonces la miro de lejos pensando en el destino, que siempre me lleva no por donde quiero sino por donde tengo que ir y que cuando yo quería dejarme tentar por la nostalgia, me plantó en la cara una sorpresa que en ese momento me hizo temblar, que ahora me produce risa nerviosa y que acabó con la posibilidad de dar un paso atrás.

Haciendo: De relax festivo
Escuchando: Bizarre love triangle
La noticia del dia: Tan desinformada estoy que no lo se.

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