lunes, septiembre 04, 2017

Respuestas al aire

Hoy encontré por casualidad un correo tuyo de hace 4 meses. Como siempre, en aquel momento no lo respondí, esta vez porque simbólicamente yo también estaba quebrando el ciclo. Pero no lo logro. He tratado de borrar tu rastro y sigues apareciendo en cualquier momento, en cualquier lugar. Si tu fantasma supiera que aún estoy rota, que aún no soporto el acercamiento de nadie, que me desgasto con los sentimientos encontrados que tengo por él, tal vez me dejaría en paz. 
No quiero recordarte, pero no lo evito. No te extraño, no quiero saber nada de ti, y quiero hacerme creer que ya ni siquiera te quiero, pero no te resuelvo, no te dejo ir.
Preguntas si aún tengo tu saco rojo. Si, lo tengo. Lo había puesto en el fondo del closet para no verlo, aunque siempre fui consciente de que estaba ahí.  
Hace poco me atreví a usarlo, nunca antes lo había hecho, por miedo al fantasma. Estaba muy enferma, no podía respirar y necesitaba un abrigo. Sabes que tengo muchos pero elegí ese. (Hasta ahora encuentro la relación entre no poder respirar y usar algo tuyo).
Preguntas si por lo menos te veo ahí.  Después de los párrafos anteriores, creo que debería quemarlo, como las llaves de tu apartamento y como todo lo que me recuerde a ti y a los amores del pasado que no logro resolver, para ver si simbólicamente al menos, logro salir de este ciclo absurdo que no me deja avanzar. 


No hay comentarios.: