miércoles, abril 20, 2005

Respira, amor

Ayer pasé la tarde en la clínica acompañando a mi amor por "complicaciones respiratorias", como siempre, en calidad de prima para que me permitieran quedarme allí. Mientras esperaba en urgencias las 6 horas que tuvieron que pasar para volver a verla, llegaron varias parejas de diferentes edades, abrazados, confortando a sus novi@s/espos@s en voz alta. Yo era la única que se escondía y mientras ella esperó conmigo, sólo podía acariciarle disimuladamente un brazo y cuando el dolor o la tos se agravaban, consentirle un poquito la espalda.
Hoy mi niña está un poco mejor, despues de 6 nebulizaciones y medicamentos varios, se recupera lentamente en su casa. Finalmente no la hospitalizaron así que no tuve que recurrir a la artimaña de firmar con el apellido ilegible para disimular q no había ningún grado de consanguinidad.
Es ridículo estar ocultandonos a estas alturas de la vida. No somos niñas de colegio ni nada que se parezca. Pero ahí está el asunto. Hasta que vivamos en una sociedad lo suficientemente RESPETUOSA (fijarse q no he dicho tolerante), no podemos expresar en público siquiera la razonable preocupación por la salud de la otra.
Que me haya identificado como su prima y llamara cada 5 minutos a mi suegra llamandola "doña xxx" (jajaj, eso sonó a q mi suegris es actriz porno y no es así, dejemoslo en suegris), que supiera de memoria todos sus datos personales e historia clínica pero no su dirección (porque acaba de mudarse y no la he memorizado), tampoco se le hizo raro a nadie.
Es que somos invisibles, eso es. Y en una zoociedad como esta, es mas recomendable, pero no mas justo.

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