La noche de año nuevo fue una de mis noches mas tristes de los últimos meses; desde q le comenté acerca de mis terapias con el loquero (hace ya varios meses), mi hermano tuvo un cambio mas conmigo, desde entonces ha tratado de oirme, de ayudarme, de apoyarme en todo.
Tuvimos una celebración familiar de año nuevo típica, con cena a media noche, musica, baile y bastante alcohol, especialmente para los miembros mas jóvenes de la familia, q nos quedamos bailando y bebiendo hasta tarde. Estabamos en casa de una tía y compartíamos habitación, él, mi hermana y yo. Cuando estabamos a punto de acostarnos a dormir, él estaba bastante ebrio y me dijo q fueramos aparte q necesitaba decirme algo, tomó mi cara entre sus manos, me dijo algo q no entendí y en seguida me dio una bofetada. Yo estaba, mas q adolorida, sorprendida, salí inmediatamente de ahí en dirección a la habitación y él atras de mi, mi hermana se dio cuenta q lo q estaba pasando por lo q veníamos diciendo y entró a la discusión, reclamandole y gritandole, él sólo decía q no me había tocado, q todo era mentira. Finalmente todo se calmó y nos acostamos. Yo no podía dormir, no podía entender qué pasó. Un par de horas después él, aún ebrio, repetia medio dormido: "a quien le hice daño?, perdónenme, yo debería pegarme un tiro". Lo repitió mil veces y yo no podía hablar, no podía decir nada, solo podía llorar. Tenía un dolor enorme por él, pensaba q a pesar de todo no estaba bien y q tal vez nunca iba a estarlo... ni él ni yo.
Un rato después se levantó y dijo q iba a salir de la casa, q se iba a lanzar a un precipicio q estaba muy cerca. Yo corrí detras de él para q no pudiera salir, él decía q no podía vivir si le hacía daño a alguien, si me hacía daño a mi y muchas cosas por el estilo. Yo le dije q lo quería, q nada de lo q pasaba importaba mas q su vida y q si se suicidaba solo traería dolor a todos los q lo amamos, q todo estaba muy confuso por el alcohol y q lo que hiciera en la noche solo podía empeorar las cosas, al otro día hablaríamos de eso. Finalmente logré hacerlo volver a la cama pero no dormi esa noche ni la siguiente.
El día siguiente, la vida siguió su curso normal, lo hablamos y él se disculpó muchas veces, dijo q no recordaba la cachetada ni gran parte de lo q pasó. La vida volvió a su curso normal, como luego de los sucesos de cualquier borrachera, pero yo todavía no consigo sacudirme ese dolor de encima, el de verlo así, el de oirlo hablar así, el de pensar en su y mi fragilidad, la de su y mi mente, la de su y mi vida.
Tuvimos una celebración familiar de año nuevo típica, con cena a media noche, musica, baile y bastante alcohol, especialmente para los miembros mas jóvenes de la familia, q nos quedamos bailando y bebiendo hasta tarde. Estabamos en casa de una tía y compartíamos habitación, él, mi hermana y yo. Cuando estabamos a punto de acostarnos a dormir, él estaba bastante ebrio y me dijo q fueramos aparte q necesitaba decirme algo, tomó mi cara entre sus manos, me dijo algo q no entendí y en seguida me dio una bofetada. Yo estaba, mas q adolorida, sorprendida, salí inmediatamente de ahí en dirección a la habitación y él atras de mi, mi hermana se dio cuenta q lo q estaba pasando por lo q veníamos diciendo y entró a la discusión, reclamandole y gritandole, él sólo decía q no me había tocado, q todo era mentira. Finalmente todo se calmó y nos acostamos. Yo no podía dormir, no podía entender qué pasó. Un par de horas después él, aún ebrio, repetia medio dormido: "a quien le hice daño?, perdónenme, yo debería pegarme un tiro". Lo repitió mil veces y yo no podía hablar, no podía decir nada, solo podía llorar. Tenía un dolor enorme por él, pensaba q a pesar de todo no estaba bien y q tal vez nunca iba a estarlo... ni él ni yo.
Un rato después se levantó y dijo q iba a salir de la casa, q se iba a lanzar a un precipicio q estaba muy cerca. Yo corrí detras de él para q no pudiera salir, él decía q no podía vivir si le hacía daño a alguien, si me hacía daño a mi y muchas cosas por el estilo. Yo le dije q lo quería, q nada de lo q pasaba importaba mas q su vida y q si se suicidaba solo traería dolor a todos los q lo amamos, q todo estaba muy confuso por el alcohol y q lo que hiciera en la noche solo podía empeorar las cosas, al otro día hablaríamos de eso. Finalmente logré hacerlo volver a la cama pero no dormi esa noche ni la siguiente.
El día siguiente, la vida siguió su curso normal, lo hablamos y él se disculpó muchas veces, dijo q no recordaba la cachetada ni gran parte de lo q pasó. La vida volvió a su curso normal, como luego de los sucesos de cualquier borrachera, pero yo todavía no consigo sacudirme ese dolor de encima, el de verlo así, el de oirlo hablar así, el de pensar en su y mi fragilidad, la de su y mi mente, la de su y mi vida.